Tuesday, August 11, 2009



PARIS/IS/BURNING




La semana de la moda de los hombres que empezó con Ives Saint Laurent , se acaba de terminar en París y como dice la canción de Ladyhawke cantante neo Zelandesa, “Paris is burning”. Subestimar la semana de la moda de los hombres es un error, pues es de ahí que ideas como corte, estructura y construcción salen para las colecciones futuras de alta costura y pret a porter. No por nada estaba tomando nota en primera fila en el desfile de Dior Homme by Kris Van Assche, nadie mas que Karl Lagerfeld. Shows como el de Raf Simons muestran propuestas mas avant-garde cuando se trata de proporciones e ideas en trajes de hombre.


“Creo que esta temporada va a darle un vuelco a las cosas” dijo Jean-Jacques Picart, consultor para el grupo LVMH, en entrevista con la AFP. Y es que esta vez las chaquetas sin mangas, las camisetas, las bermudas y los pantalones cortos que dejan ver los zapatos, se impusieron frente al tradicional traje de hombre de saco y pantalón.


Sin embargo son los editores, estilistas, compradores y fanáticos de moda que atienden estos desfiles, los que hacen de Paris una pasarela. La trinidad de Vogue Paris no puede faltar. Marie Amelie Sauve musa de Nicolas Ghesquière, vestida en Balenciaga con un toque muy intelectual y monocromático. Emmanuel Alt, stylist para la casa Balmain, se apropia como nadie de las influencias de subculturas como el punk y rock. Su atuendo de hombros puntiagudos, jeans desteñidos y rotos y zapatos impecables de Giuseppe Zanotti hacen de ella el epitome de cool. Por ultima en la triada, Carine Roitfeld, editora principal de French Vogue, con su look muy Iggy Pop mezcla como nadie trash and class, vestida de Assedine Alia, y vintage Martin Margiela.


Pero la moda en Paris es mas que moda, es una cultura y es por eso que este mundo no esta solo reservado para editores y diseñadores. Son los jóvenes, seguidores y fanáticos de moda, que hacen de esta ciudad la pasarela perfecta para ideas e inspiración.


En marzo de este ano, mientras la semana de la moda pret a porter otoño 2009/20010 se llevaba a cabo en París y durante el desfile de Emmanuel Ungaro, conocí a Jean Paul Paula. Un estilista emergente que venia de Ámsterdam y que con solo 23 anos ha logrado sin titulo alguno capturar la atención de editores y diseñadores con sus atuendos alucinantes llenos de creatividad y conocimiento. Con su sola apariencia y compromiso ha logrado sin tener conexiones entrar a un circulo tan cerrado y tan estricto como el de la moda parisina. Este tipo de personas son invaluables para este mundo, pues demuestran que la parte creativa de la moda, no va necesariamente pegada al dinero e incluso me hace pensar, que mientras menos dinero hay, mas creatividad surge. En otras palabras, Jean Paul es un experto en mezclar vintage con alta moda en un instante.



Sin embargo es inevitable que el nombre Balmain surja cuando se va a hablar de lo que esta pasando ahora. Con sus alusiones a los ochentas en términos de construcción (chaquetas con hombreras, accesorios recargados, colores estrambóticos) ha creado una tendencia que nos lleva a pensar nuevamente en el reciclage de ideas en la moda.

Es por eso que es frecuente ver en las calles de París este tipo de siluetas, con hombros imponentes y zapatos aerodinámicos que se funden en un look muy rock and roll.


Y es que los ochenta han vuelto. Con un poco de nostalgia y como reacción a la situación actual económica, la moda es una excusa de divertimento y frivolidad, por eso ahora mas que nunca, todo vale.

Lo vemos reflejado en las colección de Louis Vuitton de Marc Jacobs, con alusiones a lolou de la Falais Circa 1986, hasta Emmanuel Ungaro de Esteban Cortazar con su aire ochenteno muy Marissa Berenson.


Pero la moda parisina no es solo tendencias, también hay códigos que no pasaran de moda y serán siempre respetados y es lo que se conoce como La mode Noire, (la moda negra). Diseñadores como Rick Owens, Anne de Meulemester, Gareth Pugh e inclusive Ricardo Tisci para Givengy llevan esta estética a un nivel intelectual y clásico que jamás pasara de moda. Por eso así sea verano, el negro nunca dejara Paris.


M


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